PREGUNTAS FRECUENTES
Si quieres convertir una vivienda que no tiene conexión a la red eléctrica y quieres dar un uso de vivienda habitual, te recomendamos que pongas un kit de aislada o también llamado Kit solar autónomo. Tomarás el control de tu propia electricidad almacenando la energía de los paneles en placas para su uso mediante el inversor que la transformará en energía alterna.
En el caso del autoconsumo debe ir dirigido a quienes ya dispongan de conexión a la red eléctrica en su vivienda.
La energía eléctrica es generada constantemente aunque no pasamos todo el día haciendo uso de los aparatos eléctricos. Toda esa energía se podrá volcar a la red eléctrica abasteciendo así todos los hogares conectados a la red, también podemos realizar una instalación de autoconsumo con almacenamiento, para hacer uso de esa energía en el caso de que no dispongamos de luz solar.
Prácticamente todo son beneficios pero podemos encontrarnos que tenemos que consumirla mientras se produce o bien disponer de baterías para almacenar ese excedente para poder hacer uso de él cuando los paneles no reciban luz del sol.
De ese modo no dependeríamos únicamente de los paneles. En este sentido, lo ideal es intentar adecuar el consumo a determinadas horas en las que el sol esté disponible, como por ejemplo en vez de poner la lavadora a las 8 de la noche, hacerlo al mediodía.
Los sistemas solares fotovoltaicos y térmicos son independientes entre sí, con los mismos paneles solares no podemos generar energía eléctrica y térmica a la vez.
Pero si es posible combinar collectores solares térmicos con placas solares fotovoltaicas.
Con lo que podemos obtener agua caliente sanitaria o calefacción y con los paneles fotovoltaicos podremos generar energía eléctrica
Son varios los elementos que componen una instalación fotovoltaica. En primer lugar están los paneles fotovoltaicos, que serán la superficie que captara la radiación solar y que se transformará en energía continua, las estructuras de montaje que soportan las placas solares, los inversores que conviertan la corriente continua en alterna y por último el sistema de comunicación de datos para hacer de generación de electricidad.
En el caso que se trate de una instalación aislada, también se necesitaría unas baterías para acumular la energía producida no consumida y unos reguladores que controlen la carga de las baterías.
Se garantiza una potencia del 80% mínimo para la mayoría de los paneles fotovoltaicos mínimo los primeros 25 años, respecto a los inversores pueden llegar a tener 12 años de durabilidad hasta que sea necesario reemplazarlo. En cambio las baterías depende del uso al que esté expuesta, si se trata de baterías que no se han llegado a descargar más allá del 50% de su capacidad, como se recomienda, su duración podrá estar entre 2 a 10 años con un uso diario.